“¿Quién me va a impedir que baile como quiero? ¡Eso va!”
Jóvenes de Cartagena bailan en todos lados el llamado ‘baile plebe’. No creen que les puedan impedir hacerlo. El Concejo busca regular esta forma de danzar, entre la población infantil.
A las 11:30 de la mañana del viernes un ‘bonche’ (grupo) de adolescentes estaba en una calle polvorienta del populoso barrio de Olaya, ciudadela que creció a orillas de la ciénaga de La Virgen.
Tenían un parlante, un computador y música a todo timbal. Música de picó. Que se crea y se baila en los patios de estas viviendas precarias de la periferia de Cartagena.
Marcela llegó con su cabellera negra artificial y ensortijada, como una diva; con sus pantalones corticos de índigo y su desfachatez popular. “¿Y quién me va a impedir que yo baile el ‘Baile plebe’? Eso va. Ven para acá, para que vean cómo es la vaina”, dijo la mujer.
Antes de que empezara su danza erótica o erotizada, como llaman los concejales, un par de adolescentes enseñó, ante la vista de todos, cómo era el asunto del baile que tanta polémicas ha despertado y que el Concejo, una vez pasó el ‘vendaval’ de las elecciones, decidió aprobar el proyecto que lo regula, al reinicio de las sesiones de fin de año.
El proyecto introduce modificaciones al presentado inicialmente por el concejal Antonio Salim Guerra. De acuerdo a estas, se ordena “la fijación de normas para prevenir la participación de niños en actos que incidan en la erotización”. Insta a las Comisarías de Familia a que protejan a los niños contra actos que vulneren la formación debida de sus derechos sexuales. Y obliga a la Secretaría de Educación y a la Escuela de Gobierno del Distrito a iniciar campañas para “crear conciencia en los padres de familia y estudiantes" para prevenir “actos de erotización temprana”.
Para la comandante de la Policía de Infancia y Adolescencia, intendente Patricia Piñeres, el control de estos bailes “es una cosa difícil”. Dijo que muchas veces se hacen dentro de las viviendas, donde no pueden irrumpir sin permiso de los padres. Agregó que hasta el momento no ha tenido ninguna queja o practicado una diligencia por causa de un baile de estos.
La secretaria e Educación, Clara Sagre, dijo que en los colegios no hay clases de baile erótico. "Se trabaja es en cultivar los valores culturales", sostuvo. Añadió que en estos momentos se hacen campañas contra la drogadicción, para una mejor educación sexual y contra la violencia. Y que para llegar a los padres de familia, como ordena el proyecto, el nuevo gobierno de Cartagena tendrá que buscar las fórmulas de financiar estos programas.
El director de la Escuela de Gobierno y Liderazgo, Bernardo Parra, sostuvo que su entidad realiza una campaña en los colegios y barrios para reaprender y transformar la vida en comunidad y se creó el catálogo ético del buen cartagenero. En estas estrategias, asegura, se busca que los jóvenes “tengan un comportamiento adecuado, respetándose a sí mismos y a los demás”.
