Sus búsquedas lo definen: ¿dispuesto a salir de su burbuja?
El volumen de información dispuesta en la Web y la facilidad de encontrarla a través de los buscadores nos ha llevado a pensar que las respuestas sobre cualquier tema ‘ya’ están dadas. Resultado claro de la pobre cultura del ‘copy paste’ o ‘copiar y pegar’ que ha llevado a las nuevas generaciones a confiar ciegamente en los resultados del buscador y no pasar más allá de la primera página de los resultados de búsqueda.
Quien cuenta realmente con la habilidad de realizar búsquedas efectivas en internet NO da por sentado que lo encontrado es la última palabra, es decir, no da por hecho que lo que dice “el señor Google” en su primera búsqueda es cierto.
A veces, buscadores como Google o Yahoo! nos hacen pensar y creer que ya lo sabemos todo o que tenemos la información que realmente estamos buscando; sin embargo sus algoritmos de filtro de información sesgan los resultados de TODAS nuestras búsquedas.
¿Ha escuchado sobre la ‘Burbuja de Filtro’ o Filter Bubble?
Este término hace referencia a un concepto creado por Eli Pariser en el que describe a la ‘Burbuja de Filtro’ como la serie de algoritmos y herramientas de personalización en las búsquedas de Google, Facebook y demás, que filtran los resultados presentados a cada usuario de acuerdo con sus gustos, ubicación geográfica y últimas búsquedas realizadas.
Muchas veces nos sorprendemos por la increíble precisión de Google o Facebook al presentarnos lo que en ‘teoría’ estamos buscando. Tales algoritmos pueden llegar a sesgar seriamente la información y sin que usted o yo lo sepamos, no obtenemos toda la información sino una pequeña parte, la que de acuerdo a dichos algoritmos ‘necesitamos ver’.
Un claro ejemplo que evidencia esto es si dos personas a la misma hora, en diferentes computadores o dispositivos hacen la misma búsqueda con el mismo término: jamás tendrán los mismos resultados de búsqueda, ¿por qué? Porque dependiendo del equipo, el navegador, el idioma, el historial de navegación etc., etc., los buscadores decidirán por ellos qué información es pertinente presentar. No hay un flujo libre de la información ni un balance, simplemente estos algoritmos le muestran lo que usted quiere ver ¿y qué pasa con lo que usted necesita ver?
En realidad como resultado en nuestras búsquedas tenemos nuestro ‘propio y único universo de información’. Depende de quién es y a qué le hace clic, eso define sus resultados de búsqueda.
La paradoja es que como sociedad ya hemos estado varias veces en la misma situación, en la que la libertad de información es filtrada por unos pocos. Sucedió con los periódicos y con la televisión, la diferencia de ahora es que nuestros nuevos censuradores de información no son personas o movimientos políticos, ahora son algoritmos que deciden sin ningún valor ético.
Por otro lado están las capacidades necesarias y el criterio para buscar información de la manera correcta por parte de los usuarios. No estoy hablando de si usted sabe o no usar Google, estoy hablando de si sabemos realmente buscar e interpretar la información que se encuentra en la Red.
Los educadores del siglo XXI deben volcar su atención en la enseñanza basada en las habilidades de búsqueda, el criterio y la construcción de conocimiento a partir de la información dispuesta en Internet. La discusión ya no está en si sabe o no de tecnología, lo que hace la diferencia es cómo usted decanta, escoge, filtra e interpreta tales contenidos.
¿Qué valor agregado le da a los datos presentados?, ¿qué ha aprendido de lo leído?, ¿Puede proponer algo nuevo?, ¿busca más allá y sale de la ‘Burbuja’ construida para usted mismo?
Laura Ayala
Directora de Contenidos
Corporación Colombia Digital