¿Puede la tecnología aumentar el índice de lectura?

El hábito de lectura en un país como Colombia es un tema desafiante, tanto para el gobierno como para las instancias educativas y culturales. Los índices de lectura en nuestro país están por debajo de Argentina, México, Brasil y Chile.

De acuerdo con los resultados de las pruebas PISA, donde Colombia entre 56 países obtuvo el lugar 51; el 33 por ciento de los estudiantes colombianos está en el nivel 1 y el 35 por ciento se clasifica en el nivel inferior al mínimo (68 por ciento en total). Un 22 por ciento se encuentra en el nivel 2, y solo el 10 por ciento por encima del mismo. La calificación colombiana es la más baja de la muestra de países participantes en PISA 2009, en la que se hizo énfasis en las competencias de lectura digital. Ver: ¿Cómo están las competencias digitales de los niños colombianos?

Según la ministra de Cultura, Mariana Garcés, “la meta es llegar a los 3,2 libros por habitante al año, al final de este gobierno”, siendo 1,6 el resultado del año 2005.

Con este panorama, se podría afirmar que dicho aumento es un poco pretencioso, sin embargo el uso de las nuevas tecnologías podrían facilitar el camino y alumbrar con luz tenue pero firme, el incremento por el gusto en la lectura.

Es hora de ver el libro digital como una excelente manera para motivar el aumento en los índices de lectura en nuestro país. Leer es un placer y bajo esta premisa, muchos de los desarrollos tecnológicos como: iPad, Kindle o tabletas en general, han sido creados para disfrutar al cien por ciento de esta actividad y pasatiempo.

Hemos cambiado el papel por la facilidad de hacer anotaciones, agregar comentarios y recomendar en redes sociales. Claro está, aún hay muchos nostálgicos que prefieren el papel (y no está mal), solo que el desarrollo de estos elementos ha facilitado la inclusión de la lectura en las nuevas generaciones. Por ello, la masificación y democratización en el acceso de la información hace que la lectura esté al alcance de quien le gusta la tecnología y los que no, siguen teniendo sus versiones impresas disponibles.

Pero la discusión va un poco mas allá de la nostalgia, los ‘e-book’ o libros digitales, terminan siendo mucho más efectivos en términos de ahorro en recursos (eco-eficiencia), vigencia y facilidad en uso e interacción del usuario. Además de la posibilidad de referenciar contenidos complementarios como videos, gráficos e infografías. Por otro lado, la industria también ha sufrido cambios y muchos de ellos han migrado a nuevos modelos de negocio enfocados hacia las publicaciones digitales.

Lo que es seguro es que el libro como tal, sobrevivirá. Aunque el escenario sea otro y los comportamientos de usuario varíen, la lectura siempre será un bien necesario que independientemente a su formato, estará presente en las sociedades desarrolladas. Es el momento de hacerse la pregunta obligatoria: ¿cuántos libros lee por año? Si la respuesta es uno o cero, lo invito a aprovechar las miles de publicaciones gratuitas y legales que existen en la red. Si quiere empezar ahora mismo, le recomiendo las publicaciones gratuitas de la Corporación Colombia Digital:

*Descargue "Aprender y educar con las tecnologías del siglo XXI"
*Descargue "Armonización del derecho informático en América Latina"
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Laura Ayala
Coordinadora de Gestión del Conocimiento
Colombia Digital

*Imagen tomada de Getty Images*