Las nuevas esferas del saber
Padres de familia, acudientes y personas en el mundo de la educación debemos hacer un ejercicio serio de reflexión sobre las esferas del saber, es decir, los escenarios de interacción social que permiten la emergencia del conocimiento.
Durante el medioevo, las abadías y sus bibliotecas salvaguardadas y reguladas por las comunidades monásticas, representaban la más importante posibilidad de acceder al mundo del conocimiento, oportunidades educativas restringidas para los aristócratas de forma personalizada.
El capitalismo transformó esta relación personalizada y restringida en la educación por la necesidad de mano de obra capacitada para la creciente industria; con este cambio se movilizaron también los centros de acceso al conocimiento, desde la abadía monástica de la edad media hasta la escuela masificada de la modernidad.
Somos herederos de la construcción capitalista en la que el saber es transmitido, divulgado y validado socialmente en la escuela y la biblioteca (que ya no está en el monasterio, sino en las instituciones educativas).
De la misma manera que la escuela capitalista desplazó la abadía feudal, en la contemporaneidad hay diversos escenarios que vienen constituyéndose como espacios de saber. Estos, emergen en medio de grandes cambios sociales que incluyen la introducción de nuevas tecnologías para la información y la comunicación.
Los videojuegos, portales web y plataformas educativas en su variedad son algunos de los espacios que, fuera de la formalidad de las Instituciones Educativas, brindan acceso al conocimiento para quienes buscan en ellos, alternativas para el aprendizaje. Por esta razón, muchos afirman que los recursos tecnológicos han generado una gran ruptura en los espacios considerados tradicionalmente como guardianes del conocimiento (como bibliotecas y escuelas), dado que los jóvenes se acercan a este desde otros escenarios, construyendo ‘saberes mosaico’ sobre diferentes temas.
Dichos ‘saberes mosaico’, vistos desde el punto de vista de los docentes o dedicados a la educación, son también saberes previos, con los que llegan los estudiantes al aula de clase y deben anclarse en los procesos educativos para orientar los aprendizajes, ya que desde estos pasos recorridos en otros escenarios con fines diferentes a la educación deben ir complejizándose y profundizándose para ponerse en debate crítico.
Un ejemplo de ello, es el juego ‘Age of the Empire’ en el que los jugadores en un ejercicio de empatía histórica asumen una civilización para su defensa estratégica en la guerra. Por medio de este juego se están construyendo ‘saberes mosaico’ sobre las relaciones sociales que en diferentes marcos de tiempo se dieron entre las “civilizaciones”; acercándose, de alguna manera al conocimiento histórico de un momento particular.
Sobre este ‘saber mosaico’ que tienen los estudiantes, el llamado a la labor docente es introducir reflexiones críticas sobre los conocimientos previos que a partir del juego se han dado. Esto trastoca la función que tradicionalmente se le ha asignado al maestro, ya que su función misional no es fundamentalmente transmitir conocimiento, porque los alumnos pueden acceder en diferentes espacios al mismo. Lo que se debe hacer, es promover espacios para reflexionar y poner en debate esos conocimientos.
En este sentido, mi perspectiva es que en la reproducción de conocimientos, la máquina puede superar al humano por la gran capacidad de almacenamiento y precisión de la información. La riqueza invaluable e irremplazable de la labor docente es contextualizar los saberes producidos por la humanidad y favorecer la apropiación de los estudiantes.
Gloria María Naranjo Q
Licenciada en Educación Básica
Énfasis en Ciencias Sociales
Corporación Colombia Digital